Prólogo de Juan Gelman y José Jiménez Lozano.
Unidos por la cordialidad de Alfredo Pérez Alencart y Jorge Moreta, autores de uno y otro lado del Atlántico creamos un volumen bellísimo en su forma y en su contenido.
Recuerdos, historias, datos, fotografias, todo confluye ante la voluntad de quienes estamos marcados por la inmigración y el exilio, no importa de qué nacionalidad seamos. Españoles, argentinos, chinos, coreanos, bolivianos, transitan estas paginas pobladas todas por historias duras, durísimas, de dolorosos desarraigos, de esperanzados reencuentros. Junto a ellas, los poemas de autores de ambas tierras. Y las experiencias relacionadas con el trabajo cotidiano: la medicina, la asistencia social.
Y la literatura, claro, como no podía ser de otra manera. De la mano del coordinador - peruano en Salamanca -, conocemos el sentir de Unamuno, que se alegraba de que el diario argentino le pagara mucho más que los hispanos, que consideraba que, para llegar a Europa, el mejor camino para él era desde la Argentina! También están Borges, Bioy, Sábato, Larreta, Mujica Láinez, Delibes, Alberti, Grandmontagne, Pellicer... conformando un universo de sentimientos comunes: las letras hispanoamericanas.
Colaborar en este libro ha sido para mí un honor y un deber. Un honor, por la importancia de quienes convocaron y quienes lo presentaron en la Argentina. Un deber, porque en cada una de estas páginas reconozco a mis abuelos, que no eran castellanos, pero sufrieron las mismas penas y se alegraron con las mismas pequeñas victorias.
