Una vez más nos reunimos para despedir el año en el Campo Covadonga, sede del Centro Asturiano de Buenos Aires en Vicente López, Provincia de Buenos Aires. Por excepción, el encuentro se realizó un sábado, teniendo en cuenta el fixture de la competencia en Qatar.
Actuó el Conjunto Pelayo de Manolo del Campo, dirigido por el gaitero Rafael Rodríguez Castro. En esta oportunidad, los músicos y bailarines no sólo interpretaron melodías tradicionales, sino que también se lucieron con canciones y vestimenta alusivas al partido que tendría lugar al día siguiente, en el que la Argentina mereció la Copa tan ansiada.
Finalizada la actuación, el conjunto posó con la Presidente Pilar Simón, el Vicepresidente Juan Manuel Posada y miembros de la Comisión Directiva. Cabe destacar que Pilar es la primera mujer y la primera persona no nativa que preside la institución centenaria. Asumió en septiembre del pasado año, cuando la lista Nuevos Aires Asturianos resultó elegida con alrededor del 75% de los votos.
Manifestó la dirigente: "Quiero decirles que, a pesar de que éste ha sido un año económicamente dificil para el pais, el Centro Asturiano ha podido crecer. Hemos podido hacer obras: ya hemos comenzado con la puesta en valor del panteón, hemos podido también poner en valor la fachada de Solís (la sede social), que era algo que teníamos pendiente y terminar este playón (de la sede deportiva). Pusimos sintético en las canchas; eso ha sido una inversión importante, pero nos va a traer sus buenos réditos. Tenemos muchas ideas. Así que muchas gracias a todos, que tengan una Feliz Navidad y que el año 2023 nos encuentre reunidos".
Variado y generoso fue el repertorio de Los Tres Llanes, que hicieron bailar y emocionarse con temas de los 70, otros románticos y varios del folklore argentino, danzados asimismo por el conjunto de la institución, que no se limita sólo a las tradiciones de la tierrina.
Y llegó Papá Noel - otro mérito del grupo de música y danza -; sentado en un trineo sui generis, dialogó con cada uno de los niños presentes, y les entregó obsequios. Hubo también un regalo para la niña que una alegre asturiana añosa lleva en su corazón.
Con el brindis se cerró este encuentro en el que todos disfrutamos del cariño de la gran familia que Asturias ha formado en Buenos Aires.
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